Probando Los Espíritus


La proliferación de la información y la facilidad de transmitirla es un arma de doble filo en nuestra sociedad moderna. El planeta entero, y un gran porcentaje de las personas que lo habitan reclaman nuestra atención por medio de pequeños dispositivos que cargamos en nuestros bolsillos y que tienen la capacidad de conectarnos con cualquier persona en el mundo.

la carta de juan - tomy moya - oro puro

1 Juan 4:1

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.

Como en ningún otro tiempo de la historia los falsos y verdaderos profetas tienen acceso a nuestros oídos. La necesidad de ser selectivos y no esponjas que todo lo absorben y qué decimos “amén” a cualquier “declaración poderosa” o creemos todo lo que comienza con “Dios me dijo”, es indispensable.

El tiempo de recibir todo mensaje sin análisis y pensar sobre lo que hemos escuchado paso a la historia. No todo mensaje es verdadero, algunos mensajes son falsos o engañosos y otros contienen un sonido “cristiano”.

La mejor imitación siempre será la que más se parece a lo auténtico. La mentiras y falsedades más tentadoras serán las que más se parecen a la verdadera fe en Cristo.

El propósito de la carta de Juan es armar con discernimiento a la joven iglesia del primer siglo. Varios detalles son dignos de resaltar:

  • Le escribe a los “Amados” – 1 Juan 4:1
  • A quien le escribe no son perfectos pero son amados – 1 Juan 1:10
  • El destino de los amados es que están destinados a un estado de gloria inimaginable – 1 Juan 3:2
  • Como creyentes en Cristo y los amados de Dios poseen un conocimiento peculiar – 1 Juan 2:20-21.

Estas cuatro características nos empoderan para no tener que creer a todo espíritu, y podemos probar todo espíritu como si nosotros fuéramos los únicos que tenemos la verdad.

Es importante entender que la agenda de estos “espíritus” es llevar a la persona a “creer algo”. Por lo tanto, lo que creemos es lo que será atacado. Un detalle interesante de esta carta de Juan es, que el no dice que el objetivo del espíritu del anticristo (todo lo que se opone a Cristo) es llevarnos a pecar, y conducirnos a la corrupción.

Por el contrario el está escribiendo para “que no pequemos”, pero el sabe que lo que creemos es la mejor defensa en contra del pecado.

1 Juan 2:1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

Así que, la mayor amenaza a la que Juan continuamente regresa es que nos cuidemos de no caer en una falsa creencia sin retarla. La falsa creencia es lo que nos lleva a la falta de amor y al libertinaje – la incredulidad en el poder de la obra perfecta de la cruz (1 Juan 1: 7, 4:10).

Según la Escritura, un falso profeta no actúa en su propia voluntad ni se inventa y propaga sus enseñanzas. Ellos enseñan lo que estos espíritus están diciendo a través de ellos. Por lo tanto cuando alguien están enseñando algo que dice que proviene de Dios, somos exhortados a probar el contenido espiritual que su enseñanza emite.

Toda enseñanza procede de alguna fuente, puede ser de Dios o de un falso espíritu. Para Juan esto no era algo que se debía ignorar, tampoco era algo que sucedía pocas veces o que siempre era evidente. En las mismas palabras de Juan – “porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”.

La palabra “probad” es la palabra Griega “dokimazo” que significa, prueba, examinar, inspeccionar (verificar si algo es genuino o no). Una manera de ilustrar esto es con el oro. Si tu estas buscando oro genuino, es necesario probarlo de diferentes maneras tales como, el peso, calcular su densidad y medir su volumen por el desplazamiento del agua. Todo esto es necesario para asegurar que es absolutamente oro puro.

Para lograr verificar la máxima pureza será necesario hacer varias pruebas. No importa cuán carismático, amable, cariñoso sea el vendedor, hay una posibilidad de que lo que te está vendiendo no sea oro puro.

Si lo que tu quieres es oro puro, tendrás que probarlo. Puede ser posible que el vendedor sea honesto y sincero, pero también fue engañado – la prueba es al oro no al vendedor. Si tu no haces la prueba y compras oro impuro, perderás mucho dinero en tu inversión.

Tu insistencia de que sea oro puro puede parecer arrogante y egoísta. La otra persona puede pensar que tu crees que te “la sabes toda” – pero en realidad tu no estas juzgando el que te esta vendiendo el oro, sino la pureza de lo que tu quieres comprar.

¿Cuanto más estrictos debemos ser con lo que creemos? Mucho más que tu carácter, o los sueños de tu corazón, lo que tu crees informa la dirección y la conexión de tu vida. Por lo tanto todo lo que oyes, te dicen que viene del Señor, no importa quien lo diga y de qué forma lo dijo, TIENE QUE SER PROBADO.

[shareable]Todo lo que oyes, te dicen que viene del Señor, no importa quien lo diga y de qué forma lo dijo, TIENE QUE SER PROBADO.[/shareable]

Cuando remueves la pureza de Cristo y este crucificado, como el fundamento sobre el cual se sostiene la vida del creyente, lo que queda es una filosofía de superación personal mezclada con una cantidad de ideas, frases, dicho evangélicos, y mezcla de pactos, que cuando lo crees lo que tienes es un falso evangelio. Te vendieron el cobre como si fuera el oro.

El mensaje del Cristo que fue crucificado y resucitó por los pecadores no puede ser diluido o puesto al margen. La pureza del evangelio de la gracia, no se puede mezclar y presentarlo como evangelio puro. Cristo es el Señor y Rey soberano, resucitado de entre los muertos, fiador de un nuevo y mejor pacto en el cual tú por Su gracia has sido incluido. Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con el. 

Cualquier cosa menos que esto parecerá oro pero es una pobre imitación.

1 Pedro 1:6-12

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,

para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,

11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

12 A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

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