La Vida Que Vence


Si tuvieras la oportunidad de vivir en una continua victoria, en la cual descubrieras algo mucho mejor que parecerte a Cristo, contar con Su ayuda, tener Su poder, aun ser salvo y tener victoria sobre el pecado, ¿Estarías en la disposición de recibirla?

vida victoriosa

 

Para muchos de nosotros, aun la idea de que hubiera algo mejor que lo antes mencionado suena como algo extraño.

Seamos honestos, la mayor ocupación de la mayoría de nosotros ha sido querer parecernos más a Jesús, contar con Su ayuda, tener Su poder y sentir que somos salvos y si hacemos lo que debemos, vivir en victoria.

Esta tendencia se alimenta de tres necesidades consientes que la mayoría hemos tenido.

1. Fluctuaciones en la vida espiritual.

Es una experiencia común en la vida de muchos sentirse como en un éxtasis espiritual donde la conciencia de la cercanía de Dios es tan real que es casi tangible, pero también en la misma semana puede experimentar el vacío más profundo.

2. Un sentido de fracaso ante el poder del pecado.

En secreto muchos continuamente luchan con áreas que hace mucho tiempo hubieran querido superar. Están agotados pidiéndole ayuda al Señor para que los libre de semejante derrota y fracaso ante los hábitos y acciones pecaminosas que parecen no poder ser vencidas.

3. Una carencia de poder en la realización del servicio al Señor.

No hay nada mas frustrante que “cumplir con lo que debes” y no ver el fruto de ese trabajo. Por supuesto que siempre aparecerá de vez en cuando una de esas victorias que se convierte en un testimonio por los próximos 15 años.

El consuelo de muchos es que ese tipo de poder esta reservado para un selecto grupo de “ungidos” que tienen una “relación especial con Dios”. Aun así, no pueden superar la frustración que sienten por la esterilidad en su servicio al Señor.

¿Te identificas con alguna de estas tendencias? ¿Has notado como la mayoría de las cosas que se hacen en muchas congregaciones esta dirigida a ayudarle a los creyentes a tener victoria sobre alguna de estas tres necesidades?

Por alguna razón tenemos la ilusión de que si llega el “avivamiento” todo esto será resuelto, para otros lo que falta es “mas oraciones como se hacían antes”, en versiones mas actualizadas, la respuesta esta en “quien es la cobertura”, y como estas, miles de formulas que nos hemos inventado para buscarle respuesta a nuestros dilemas en la vida cristiana.

Para el que ha construido su vida y ministerio sobre estas necesidades, la idea de que haya algo mas en Cristo, es un atentado contra el conocimiento que tiene de Dios. Después de todo, hay evidencias de que lo que se esta haciendo esta trabajando. ¿En relación a que?

El gran reto de la vida que vence no es la falta de “hacer cosas” sino la limitada conciencia y profundidad que tenemos de Cristo. Es mas fácil estar dispuesto(a) a mejorar nuestro servicio al Señor con mas actividades que aceptar que lo que se necesita es una nueva concepción y revelación de Cristo. Para los que llevamos algún tiempo en esta jornada, esto puede ser un golpe contra el orgullo religioso.

Nuestra gran necesidad no es algo que nos falta sino ALGUIEN que no hemos conocido. Algunos están pensando que esto es para los inconversos, en realidad no – muchos lo recibimos como salvador pero no lo hemos conocido como nuestra propia VIDA.

Necesitamos un NUEVO CRISTO – un nuevo entendimiento y conciencia de quien es El. No me refiero a un entendimiento intelectual o la destreza de comunicar efectivamente sus dichos y hechos. Para eso no hay ni que haber nacido de nuevo.

Estoy hablando de algo mucho mas que tener un salvador externo, mucho mas de tenerlo como alguien que viene a ayudarnos cuando estamos en problemas, que nos da poder, nos fortalece y nos libra de las aflicciones.

Cristo es mucho mas que eso. El esta literalmente dentro de ti, y aun mas, El se ha constituido en tu propia vida, tomándote en unión con El mismo, ligado en tu cuerpo, mente, y espíritu, mientras que tienes tu propia identidad, y completa responsabilidad moral.

¿No es esto mejor que solo tenerlo como un salvador o alguien que te ayuda? Imagínate tenerlo a El, el Hijo de Dios como tu PROPIA VIDA.

Esto significara que ya no tendrías que estarle pidiendo que te ayude como si El fuera alguien separado de ti, mas bien seria hacer Su obra, Su voluntad, en ti, y a través de ti.

Tu cuerpo es de El, tu mente le pertenece, tu voluntad es la Suya, tu espíritu es de El y no solo de El, sino parte de El. El nuevo entendimiento que necesitamos Pablo lo experimento en el primer siglo:

 Gálatas 2:20

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Cristo se ha constituido en tu propia vida. Esto no es una “metáfora”, literalmente él se ha convertido en tu propia vida.

1 Corintios 6:15

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.

1 Corintios 12:12

Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

Considera que Pablo no dijo para mi el vivir es parecerme a Cristo, o tener la ayuda de Cristo, tampoco servirle a Cristo. El fue mas allá. Es un buen punto de partida. Todo hemos estado ahí. Pero ese no es el destino final.

Una cosa es conocerlo como tu salvador, otra como el que te ayuda, pero sin dudas la que excede todo conocimiento es poder reclamar que para ti, el vivir es Cristo. No confundas por favor hacer cosas para Cristo con El como tu propia vida. Yo personalmente después de 30 años caminando con el Señor, estoy comenzando a vislumbrar lo que esto significa.

Esta es la forma que he conocido que hay una vida que vence, esa vida es Cristo Jesus, quien es tu propia vida. El te quiere llenar no de cosas sino de toda la plenitud de Dios.

¿Significa esto que cuando has recibido a Cristo como tu propia vida, no pecaras o tendrás dificultades?

De ninguna manera. Cristo como nuestra vida no es un estado de inmutabilidad, sino la realidad que cuando fracasamos en la vida, Su restauración, es instantánea y completa. He aprendido que cuando me rindo incondicionalmente a El, no hay necesidad de luchar contra el pecado, sino una completa liberación del poder y el deseo de pecar.

Esto no son episodios esporádicos de grandes hazañas espirituales luego de 40 días de oración, sino la sostenible e inquebrantable vida reinante de Cristo en mi.

Cristo quiere ser mas que tu ayudador, El quiere ser tu propia vida. El no quiere que trabajes para El – El quiere hacer Su obra a través de ti.

Cuando nuestra vida no solo sea de Cristo, sino Cristo, experimentaremos la vida que vence. Una vida donde el fruto es natural – entraras a un nuevo ministerio, el ministerio donde El le sirve a los otros a través de ti – mas que resultados tendrás una evidencia de vida, solo porque confías en El, tus obras son el resultado de Su propia vida, no por condiciones u obligaciones sino la expresión de Su vida en ti.

Cuando nuestra vida no solo sea de Cristo, sino Cristo, experimentaremos la vida que vence.Haz click para twittear

Las condiciones para recibir a Cristo como la plenitud de la vida que vence son dos:

  1. Ríndete absolutamente e incondicionalmente a Cristo.

Hazlo el Señor de todo lo que eres y todo lo que tienes. Dile a Dios que estas listo(a) para que Su voluntad sea hecha en ti, en cada area de tu vida.

2. Cree que Dios te ha librado totalmente de la ley del pecado.

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

No es que te librara, sino que te libró. Eso es fe, creer que lo que él ha dicho y hecho es verdad.

La fe confía en Dios ante la ausencia de sentimientos o evidencias.

Ya él lo dijo Su gracia es suficiente, y lo que ahora puedas estar viviendo, lo podrán vencer en Cristo.

Nunca olvides que Cristo mismo es mejor que sus bendiciones, mejor que su poder, o una victoria, o un ministerio que él te dé. Cristo te imparte poder espiritual, pero Cristo es mejor que ese poder.

Ríndete a El totalmente, porque ya no vives tu sino Cristo en ti, quien es tu propia vida. Esa vida es la que vence.

Hechos 17:28

Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.

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