Permíteme hacerte una pregunta:¿Alguna vez has leído en la Biblia algo que parece contradecir otras cosas en la Biblia? Por ejemplo: David dijo: “Jehová aborrece al malo y al que ama la violencia” (Salmo 11:5), pero Jesús dijo: “De tal manera amó Dios al mundo” (Juan 3:16). Job y Ana dijeron que “Jehová mata y da vida” (Job 1:21; 1 Samuel 2:6). Pero, Jesús dijo: “El ladrón mata, hurta y destruye, El vino a dar vida abundante.” (Juan 10:10). ¿Cuál de los dos está correcto?
Si lo que dijo Ana y Job informa tu concepto de quien es Dios, tendrás un cuadro totalmente diferente al que presentó Jesús en relación a quien es verdaderamente Dios. Lo menos que puede suceder es que cuando lees la Biblia termines confundido.
Pablo le escribió a Timoteo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia – pero primero le dijo “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (2 Timoteo 2:15; 3:16).
Cuando Pablo dice “usa bien la palabra de verdad” la palabra que usa es “orthotomeō” que significa, “hacer un corte correcto” – en otras palabras “divide bien la palabra de verdad.” Pablo le está diciendo a Timoteo que hay una manera correcta e incorrecta de leer la escritura. Recuerde que la palabra a la cual Pablo se refiere no es la Biblia que usted tiene hoy en su mano sino que en aquel tiempo eran las escrituras contenidas en el primer testamento.
¿Cómo dividimos bien la palabra de verdad? ¿Cual es la manera correcta de leer la Biblia? Jesus provee la respuesta; “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.” Lucas 24:27
Jesus no hablaba de Moises y los profetas para que los discípulos tuvieran un mejor entendimiento de Moisés y los profetas. El los citaba para que los discípulos entendieran quien era y porque había venido.
Para dividir bien la palabra de verdad necesitas hacerte dos preguntas:
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¿Qué significa esta escritura a la luz de Cristo y su obra en la cruz?
La Biblia fue escrita de tal forma que confundiera la sabiduría de los sabios de este mundo. En ella encontrarás escrituras que parecen contradecirse la una con la otra. Algunos han reducido la Palabra a un manual de reglas o un libro de instrucciones para vivir. La tentación es ignorar lo que no nos gusta, escoger lo que nos conviene, pero lo mejor es leer toda la Biblia a través del lente de Cristo. Necesitas preguntarte; ¿Cómo me ayuda esta escritura a entender mejor a Cristo y lo que él ha hecho?
La clave aquí es la cruz. Antes de la cruz Dios se relaciono con los hijos de Israel por medio de un pacto temporero de ley. Después de la cruz Dios introduce un nuevo pacto de gracia que aplica a todos en todas las naciones.
Hebreos 8:13
Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
La cruz cambió todo. Dios no ha cambiado, pero el medio por el cual nos relacionamos con El y El con nosotros si ha cambiado. Considera los siguientes contrastes:
- Antes de la cruz éramos bendecidos si obedecíamos y maldecidos si desobedecíamos (Deuteronomio 11:26-28). Pero, después de la cruz somos bendecidos porque Cristo obedeció (Efesios 1:3), y a través de Él fuimos redimidos de la maldición de la ley (Gálatas 3:13).
- Antes de la cruz el pecado de Adán significaba condenación para todos (Romanos 5:18) Pero, después de la cruz nuestros pecados fueron perdonados, y para los que están en Cristo no hay condenación (Romanos 8:1)
- Antes de la cruz Dios estaba distante e inaccesible (Éxodos 19:12). Pero, después de la cruz el velo fue rasgado y somos invitados a entrar al trono de la gracia con confianza (Efesios 2:13; Hebreos 4:16).
- Antes de la cruz se mantenía memoria de los pecados (Levíticos 4-5) Pero, después de la cruz Dios decide nunca más acordarse de nuestros pecados. (Hebreos 8:12).
- Antes de la cruz, la presencia de Dios venía y se iba. Esto causaba que la gente orara “no quites de mí tu santo Espíritu.” Pero, después de la cruz Dios viene a habitar en nosotros y promete nunca dejarnos (Juan 14:23; Hebreos 13:3).
Esta lista no termina con esto. Lo que quiero que veas es lo importante de “dividir bien la palabra de verdad.” La ley era la sombra (Hebreos 10:1) pero Cristo es la realidad. La ley era el fiscal que condenaba, pero Cristo es el abogado que te defiende.
Cuando lees la Biblia tienes que saber distinguir entre el viejo pacto de la ley que condenaba a los pecadores y el nuevo pacto en Cristo que justifica a los pecadores.
Por hoy esto es suficiente y lo menos que puede producir es una alabanza en tu corazón ante el amor y la gracia que en Cristo se ha manifestado para con nosotros.
En el próximo artículo responderemos a la segunda pregunta:
¿A quien esta dirigido el texto?
Para leer la segunda parte de este estudio OPRIME AQUI.