Uno de los intercambios más importantes en los Evangelios, es la conversación entre Jesús y Nicodemo. Las implicaciones son profundas y el contenido revela la incapacidad del hombre natural de comprender lo relacionado a la verdadera naturaleza del orden espiritual (Juan 3:1-15).
Jesus le había expresado a Nico lo imperativo e inflexible de la necesidad de un nuevo nacimiento para la implantación de una nueva vida – (el que no naciere de nuevo” versículo 3). Lo que para Nico fue un golpe a su intelecto (¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Versículo 4), para Jesús era el principio básico de la ley que gobierna el Reino de Dios.
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