Tus Raíces No Son Judías


Cada cierto tiempo aparece una nueva modalidad en el mundo evangélico  indicando que eso era lo que faltaba para conectarse más profundamente con Dios y cumplir su propósito.  Desde la llamada “guerra espiritual” “la renovación de la adoración y la alabanza”, “la reforma apostólica” y muchos otros más, los extremos no han faltado y lo que muchos anticipaban nunca sucedió.

Pastor Tommy MOya - Tus Raices No Son JudiasCredito de Imagen a: 123rf.com/rolffimages

Algunas de estas enseñanzas se han impuesto como un requisito necesario para conocer verdaderamente a Dios y vivir vidas victoriosas. Una de las más recientes tendencias es la enseñanza  de volver a las raíces hebreas. Esto ha producido toda una modalidad de creyentes usando palabras hebreas, nombres hebreos y observando fiestas, ceremonias, y ritos que fueron parte de una cultura y un pacto que ya caduco. (Hebreos Capítulos 7, 8,9 y 10).

Sin ánimo de criticar o juzgar sino más bien edificar es importante que el creyente en Cristo entienda que sus raíces preceden a Abraham, Isaac y Jacob. Cristo no vivo a establecer una cultura judía sino una Nueva Criatura. El proceder de los creyentes en Cristo se remonta al eterno pasado donde fueron escogidos en Cristo “antes de la fundación del mundo”. (Efesios 1:11)

[shareable]El proceder de los creyentes en Cristo se remonta al eterno pasado donde fueron escogidos en Cristo “antes de la fundación del mundo”.[/shareable]

Jesús de Nazaret, nacido de mujer, y bajo la ley para rescatar a los que estaban bajo la ley era judío en cultura. Pero, su proceder era eterno.  Él es la cabeza de una “nueva criatura” un “nuevo hombre” donde no hay judío ni griego.

Por lo tanto para los cristianos sus raíces no son hebreas. Ellos son parte de algo que se extiende mucha más allá del tiempo y espacio que nos provee la historia. En una ocasión el Señor declaro: “Ciertamente antes que Abraham naciera, ¡yo soy! (Juan 8:58 NIV) – Esas son las verdaderas raíces del cristiano.

La carta a los Hebreros establece esto enfáticamente – nuestro sumo sacerdote es según el orden de Melchizedek no el orden de Aaron. (Hebreos 7:11).

Mi recomendación es que todo aquel que verdaderamente desea conocer de dónde precede su fe debe de sumergirse en la carta de Apóstol Pablo a los Efesios y a los Colosenses. La lectura de la carta a los Hebreos es obligatoria si deseas conocer el  Nuevo Pacto en Cristo, el cual es el fundamento donde se establece el propósito eterno de Dios.

Es mi oración que seas afirmado, edificado y establecido en Cristo donde está tu verdadera identidad, vida y propósito y no en modalidades que van y vienen con el tiempo.

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