En tiempos de desastres es natural preguntarse, ¿Por qué? Las recientes noticias y las imágenes que vemos de las catastróficas lluvias torrenciales en el estado de Texas, impulsan a muchos, especialmente a “cristianos” a buscarle una razón a este desastre natural.
Credito de imagen a vox.com
Los expertos en la materia nos dicen que la combinación del factor geográfico, poco drenaje por causa del continuo desarrollo y crecimiento de la ciudad y lluvias torrenciales son los responsables de estas inundaciones. Pero, según algunos cristianos es el juicio de Dios. ¿Quién tendrá la razón?
Durante tiempos como estos no faltara el que diga que Dios esta juzgando a la ciudad por sus pecados o que esto es un alerta para que la iglesia despierte. Ambas posturas son falsas. Eso no es lo que la Biblia enseña.
El Evangelio proclama que Dios trato con el pecado del mundo de una vez y para siempre en la cruz. Si Dios estuviera juzgando a Houston por algún pecado o pecados, entonces la obra de la cruz fue incompleta.
2 Corintios 5:18-19
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
La proclamación gloriosa del evangelio no es que viene juicio sino que en la cruz el representante perfecto de la humanidad llevo en si mismo nuestra culpa para que nosotros pudiéramos regresar a Dios.
La palabra y el ministerio que se nos encargo es el de la reconciliación no el de condenación, 1 Corintios 5:18-19. Vuelve a leerlo. Esta distinción es importante para la proclamación de una buena noticia en una creación y para una humanidad que gime por la manifestación de los hijos de Dios.
Los complejos proféticos que muchos “llamados profetas” muestran con ilusiones de ser los Elías de este tiempo o los Jonás que proclaman el juicio a Nínive esta establecido sobre una teología defectuosa y una profunda ignorancia de lo que Dios hizo en Cristo.
Mientras que el temor siempre a movido a la gente no es el medio por el cual Dios los salva. La palabra de reconciliación y el ministerio de la reconciliación son la proclamación de una obra consumada en la cruz (los hombres con Dios y Dios con los hombres) y la manifestación del amor encarnado de una iglesia que le sirve al hombre y a la creación en el nombre de quien los salvó.
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En medio de cualquier desastre natural y durante tiempos de sufrimiento, dolor e incertidumbre todo cristiano debe poder responder a estas tres preguntas:
1. ¿Es esto el juicio de Dios?
Como si estuviera en automático ya muchos han concluido que esto que esta pasando en Houston es el juicio de Dios o que esto es un trato de Dios con la iglesia. Por favor que alguien me lo explique.
La lógica es la siguiente: Dios le ha dado muchas oportunidades a Houston, el pecado sigue en aumento y ya Dios esta cansado, por eso le envió estas inundaciones, por los pecados de la ciudad y la apatía de la iglesia. ¡Imagínese!
¿Esta Dios juzgando a Houston? No, no y no. ¿Cómo puedo estar tan seguro? Porque Dios mismo lo dice, ¿A quien le vas a creer?
Isaías 54:9
Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré.
El contexto es importante. Los tres capítulos de Isaías 53-55 son una declaración profética del nuevo pacto que se estableció en la sangre de Jesús. En el corazón del Nuevo Pacto hay un juramento que Dios mismo hizo, la promesa de que no se enojaria mas con los Suyos. Si de algo podemos estar seguros es de la fidelidad de nuestro Padre en lo que ha establecido. Considera lo que dice el próximo verso:
Isaías 54:10
Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
En tiempos de desastres, y todo tipo de calamidad es natural pensar que Dios nos abandono, pero el mismo dice que NO – “pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”.
Es cierto que la población de Houston tiene un problema de pecado, como todas las ciudades del mundo, pero ya Dios trató con eso hace 2000 años atrás. El remedio para el pecado es la cruz no desastres naturales. Si Dios estuviera juzgando a Houston o cualquier otra ciudad (ponga el nombre en la que usted vive) por sus pecados, significa que la cruz no fue la solución de una vez y para siempre que la Biblia dice que fue,
Hebreos 10:12.
pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
2. ¿No es esto una señal de los últimos días?
Desastres naturales están sucediendo en el planeta antes de que usted y yo naciéramos. La proliferación de información por el continuo bombardeo de noticias 24/7 pareciera como si cada 30 segundos hay un desastre natural, pero no es así.
Cualquier que sea su inclinación escatológica sobre los tiempos finales, textos como Mateo 27:54, Mateo 28:2 y muchos otros más incluyendo la media docena de terremotos que se encuentran en el libro de Apocalipsis, no deben ser usados para asustar a la gente para que tomen una decisión por Cristo.
La esencia misma de la naturaleza de Dios es el amor no el terror. Dios es amor. Si el fundamento de nuestro mensaje es el terror, estamos representando mal la naturaleza del Padre. Resistir la tentación de manipular personas que están sufriendo para que tomen una decisión emocional por Cristo, requiere madurez y una experiencia con el amor sanador y consolador del Padre.
La bondad no el terror, la paciencia no la manipulación, la longanimidad no el juicio, es el medio de Dios para mostrar su amor a la humanidad y guiarlos al arrepentimiento.
Romanos 2:4
¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
¿Cómo colabora la iglesia con Dios en esto?
La iglesia participa predicando la buena noticia de que Dios en Cristo reconcilió al mundo con el y no le tomó en cuenta los pecados a los hombres, sanando a los enfermos y consolando al quebrantado de corazón. Esto requiere encarnarse en el dolor de otros por eso muchos prefieren proclamar juicio, después de todo no cuesta nada.
3. ¿Qué mensaje tiene Dios para Houston en este tiempo?
No hay nada como un desastre natural para llamar la atención de la gente. ¿Sabias tu que para tiempos como estos, el Padre nos ha confiado un glorioso mensaje? Ese mensaje se llama RECONCILIACIÓN.
Si Dios fuera a predicar ese mensaje lo diría así:
Houston, (póngale su país o ciudad) te amo de tal manera que envié a mi Hijo a morir en la cruz por tus pecados. Yo estaba en el reconciliándote conmigo. Yo borre la lista de acusaciones contra ti, que probaban tu culpa y te hacían reo de muerte. Yo no te estoy juzgando. Tu estas cansado pero Yo soy tu reposo. Lánzate en mis brazos los cuales te aman con amor eterno. Yo soy tu Roca, y Fortaleza y Libertador. ¡Regocíjate y canta! El pacto de paz que hice con mi Hijo departe tuya nunca será removido.
Seamos sabios. Redimamos bien el tiempo. Dejemos de hablar tonterías religiosas sin fundamentos. No condenes con un evangelio falso de juicio. Mostremos el amor de Dios. Si no puedes ir, envía dinero para que otros puedan ayudar. La humanidad necesita escuchar buenas noticias y a quien Dios se las ha confiado es a nosotros Su iglesia. Déjale saber que para las complicadas preguntas que nos hacemos los humanos en tiempos de dolor, nuestro Padre tiene maravillosas respuestas.