El Viejo Hombre: Señor De La Vieja Creación


En la Biblia el termino “el viejo hombre” esta relacionado con la “carne” la cual su naturaleza esencial es resistir y rechazar todo lo que pertenece al orden y a la vida de Dios. Para leer el articulo anterior oprime aquí. 

viejo hombre, la carne, el pecado

La expresión “el viejo hombre” solo aparece tres veces en el Nuevo Testamento y esta relacionado con el “Yo” de Gálatas 2:20 y la palabra “pecado” como se usa en Romanos 6.

Efesios 4:22 

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos…

Colosenses 3:9 

No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Romanos 6:6

 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Por causa de la desobediencia de Adán, el “yo” ocupo el trono de la personalidad del ser humano y la ha mantenido cautiva desde entonces. Toda persona nace en este planeta con el rey del “yo” sentado en su corazón. Este hecho es evidente en cada niño, desde aun antes de hablar o caminar.

Este “viejo hombre” en el trono, gobierna la vida del ser humano desde adentro hacia fuera. Sus malos deseos de convierten en actos perversos, su carácter no santificado se manifiesta a través de una conducta malvada; su voluntad impía se expresa a través de obras de la carne.

Efesios 2:3

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Colosenses 3:9

No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos

Gálatas 5:19-21

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

El “viejo hombre” necesita un ambiente que sea consistente con sus deseos e inclinaciones; el “viejo hombre” se deleita en: “todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida…”

1 Juan 2:16

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Lo único que destrona al “viejo hombre” es ser juntamente crucificado con Cristo. ¡Y este es el gran dilema! El “viejo hombre” puede ser domesticado con reglas religiosas, suprimido viviendo por medio de la ley, educarlo con la sabiduría del mundo, disfrazarlo de hipocresía religiosa, pero sigue estando sentado en el trono de la voluntad del hombre y la mujer. 

Lamentablemente, el evangelio que muchos conocen los introdujo solamente a la bendición de la salvación, el perdón de sus pecados y a la esperanza de un cielo en el futuro. Así que, sálvese quien pueda, entre el día que nació de nuevo y el día de la muerte.

Esto ha producido una inmensa cantidad de creyentes que “sufren su salvación”, su vida en Cristo es mas parecida a un vagabundeo por el desierto, que entrar a la paz y el descanso en Cristo, el cual es su tierra prometida.

La experiencia de la liberación de Israel en el Primer Testamento, es un tipo de la experiencia del creyente en Cristo, en su nuevo nacimiento.

La intención de Dios no es solo sacar al pecador del mundo sino que disfrute todo lo que en Cristo ha recibido como herencia. Para Israel fue salir de Egipto, cruzar el desierto y entrar a la tierra prometida.

Estos tres aspectos están representados en la muerte, resurrección y ascensión de Cristo, los cuales pertenecen a la herencia de los santificados desde el momento que los asimila y los hace suyos por la fe.

Consideremos estos teres aspectos y sus implicaciones.

1. Egipto

Mientras todavía el pecador es parte del mundo, Dios le habla mostrándole el camino de la liberación de la muerte, a través de la fe, en la sangre derramada del cordero de Dios.

En esta etapa el que acaba de nacer de nuevo experimenta el gozo y la paz del perdón – esto cubre su pasado.

Pero, el pecador necesita mucho mas que eso. La liberación de sus enemigos pasados que lo mantuvieron cautivo – el mundo, la carne y el diablo tiene que ser experimentada. Este es el cruce de su Mar Rojo por medio de la muerte y resurrección de Cristo, que abre un camino “nuevo y vivo”, para que el creyente pueda ser trasladado de la vieja esfera y a la misma vez se “ahoga” a sus enemigos y los derrota, destruyéndolos totalmente.

Esta es la justificación del creyente, el cual le da una nueva posición delante de Dios como un hombre o una mujer libre y justificado y planta la cruz y la tumba vacía entre el y sus enemigos.

2. El Desierto

Aquí se detienen muchos creyentes. Están satisfechos con la liberación de la servidumbre de Faraón, con una promesa de descanso y paz, que parece que nunca pueden heredar.

Su jornada hacia el descanso y plenitud se detuvo. Si bien es cierto que fueron librados de Egipto (mundo), Egipto no ha salido de ellos. El mundo y la carne siguen sentados en el trono de su voluntad.

Su vida se caracteriza por el egoísmo, murmuración, derrota, insatisfacción, rebelión, y esterilidad espiritual.

Aunque mucha de esta carnalidad y mundanalidad se disfraza con frases, vocabulario, y actividades “cristianas” la evidencia nos delata. Los celos, envidia, división, hipocresía, auto justificación, libertinaje, orgullo, obras de la carne, culto a la personalidad, y tales cosas como estas, aunque no las queremos aceptar, están mas presentes en nuestra vida y congregaciones que lo que somos capaces de admitir.

Es mas fácil echarle la culpa a un demonio, cancelar una maldición generacional, echar aceite en los aires, subir al monte a destronar a los “principados y potestades”, etiquetar a otros como herejes o falsos profetas (sin conocerlos), llamar a los que cuestionan algo, rebeldes o que no se sujetan, etc., etc., etc. – que admitir que el viejo hombre esta sentado en el trono de la voluntad y desde allí gobierna con poder despótico.

Si no me cree vuelva a leer las cartas apostólicas y enumere la cantidad de obras de la carne que se identifican por nombre (y la lista no termino allí) versus los nombres de demonios contra los cuales siempre se esta reprendiendo porque alguien dijo que Dios se lo revelo.

Nuestro gran problema no son los demonios (lea en Colosenses 1 y 2, lo que Cristo hizo con ellos) sino que resistimos lo que la cruz significa para el YO, muerte total. Y eso duele.

La realidad es, que aun entre muchos de los que hemos nacido de nuevo existe una gran ignorancia e indiferencia a la sutileza del “Yo”. Si las obras mas perversas de la carne están ausentes en la vida de una persona, es muy fácil sentir cierto grado de complacencia, y pensar que es mejor que los demás (orgullo religioso), mientras que ignora que para Dios las obras de la carne por mas bien disfrazadas que estén, son una afrenta a Su santidad.

No hay nadie en vida que pueda decir “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien” – a menos que por medio del Espíritu, Cristo le haya sido revelado en Su justicia y santidad.

Consideremos las características del viejo hombre (el Yo) y seamos honestos con nosotros mismos.

1. Egoísta

La carne siempre lograra lo que desea, aun si eso desafía y desobedece a Dios y le resta valor a los demás.

2. Presumido

El viejo hombre cree que todo el mundo esta interesado en el y esta fascinado por sus destrezas. Por esta razón siempre quiere ser visto, oído y tomado en cuenta. Es el que siempre tiene que figurar en las conversaciones. Sus palabras favoritas son, Yo, lo mío, y para mi.

3. Falsa Humildad

Magnifica su debilidad para manipular y tomar ventaja de otros.

4. Orgullo

El viejo hombre se cree la ultima «coca cola del desierto». Esta tan fascinado con el o ella misma que no se dan cuenta que el planeta es mucho mas grande de lo que ellos se imaginan y que hay personas mucho mas inteligente que ellos. Menosprecian a los que tienen menos destrezas que ellos y no considera la opinión de los demás.

5. Amador de si mismo

El viejo hombre no solo se ama de una manera desmedida sino que hace un ídolo de si mismo y lo adora. Los profesionales de la salud mental lo llamarían “narcisista”.

6. Híper Sensitivo

El viejo hombre se ofende con mucha facilidad y lo encubre. Esto lo hace darle significados a palabras y acciones que nunca fueron la intención del que lo hizo o dijo. 

7. Farisaico

Al viejo hombre le encanta auto justificarse. Se cree moralmente superior a los demás y siempre tiene la razón. Le fascina vestirse de una moralidad impecable, benevolencia, y ser reconocido en la sociedad. El no solamente quiere que Dios lo recompense por sus esfuerzos sino que el mundo también lo reconozca por su bondad. Jesus revelo esta actitud en los fariseos y los llamo «hijos del diablo» !Auch!

¿Cómo se trata con la condición de este tirano?

¿Con la oración, el ayuno, vigilias, muchos estudios bíblicos, retiros y encuentros – (nada malo con eso)? – pero no es la manera en como Dios trata con el viejo hombre.

Dios tiene un solo lugar para este tirano, déspota, perverso, y enemigo de Dios – LA CRUZ y la única forma que Dios trato con el y su gobierno fue crucificándolo con Cristo Jesús.

Romanos 6:6

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

Gálatas 2:20

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

2 Corintios 5:14-15

Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murierony por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Estos versos establecen dos cosas:

  1. La crucifixión del viejo hombre es un acto ya realizado
  2. Su crucifixión fue una co-crucifixion

La clave esta en entender que “fue crucificado” y “ha sido crucificado”. 

La única forma de Dios tratar con el viejo hombre y sus pecados, fue en la cruz. Con Cristo fuimos juntamente crucificados.

La liberación de la esfera de la “carne” a la “esfera del espíritu” demanda el destronamiento del viejo hombre. Una casa dividida no puede permanecer.

La gloriosa verdad que debemos asimilar y registrar en nuestro espíritu es que Cristo vino como el postrer Adán, el segundo hombre, para recuperar para Dios todo lo que se había perdido en el primer Adán. La manera en como Dios derrota la muerte es a través de la muerte, así que Cristo murió y toda la raza de pecadores murió en El.

Pablo lo dijo así: “que si uno murió por todos, luego todos murieron”- allí murió el viejo hombre, y quedo registrada la muerte de tu Yo, el día en que Jesús murió.

Ahora por la fe te apropias de lo que ya Dios en Cristo ha hecho, y es solo de esta manera que entras al descanso y herencia que te pertenece. Tu tierra prometida, es Cristo en quien solo encontraras descanso y paz. 

¡Bendita gracia!

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