Si tu vida es como la mía, es muy probable que te has encontrado en momentos donde has perdido toda esperanza. La situación se ve tan complicada que te preguntas – ¿Qué bueno podrá salir de esto?
Te sientes atrapado, abandonado, y desgastado. Cada intento de salir de la situación es fallido y cada movida para superar lo que estás viviendo en el momento te confirma que el reto por delante es mucho más grande e intenso que tu capacidad de fortaleza y entendimiento para superarlo.
¿Qué hacer cuando has llegado al fin de las posibilidades? ¿Habrá esperanza para los que nos hemos encontrado en la zona de la desesperanza?
Aquí te comparto algunos consejos para cuando te encuentras en esos momentos desesperantes de la vida.
1. Considera que lo que puede parecer “un retraso” usualmente son “preparaciones” departe del Señor.
Es normal pensar lo negativo cuando nos encontramos en situaciones que estamos contra la espada y la pared. Nos imaginamos lo peor y concluimos que la vida no es justa, y que será imposible que la situación obre para bien.
Sin embargo, lo que no siempre vemos de primera intención es que Dios puede estar corrigiendo nuestros caminos y marcando una nueva temporada para nuestra vida. Nadie escogería pasar por lo que está atravesando; y a menos que Dios mismo no tome la iniciativa, nunca se nos hubiera ocurrido que esa era la forma de cómo el Señor trataría con nosotros.
Considera que tu fe puede estar siendo probada, o que el Señor te está protegiendo de algo más difícil o peligroso. Dios puede estar posicionándote para impactar e influenciar personas que tú jamás te habías imaginado si Él no hubiera permitido que pasaras por lo que tuviste que atravesar.
Si de algo yo estoy seguro es que tu prueba revela la fidelidad de Dios a tu vida, mientras él te guía, camina contigo y te saca de una tremenda dificultad a un maravilloso triunfo.
En vez de ver tus circunstancias como un retraso, pregúntale al Señor que está preparando para tu vida y futuro a través de las retantes circunstancias que estás enfrentado.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
2. Espera en el Señor
Nuestros impulsos naturales no son esperar sino salir del dolor, resolver el problema, tomar decisiones, mover cosas y encontrar una salida. El problema es que la mayoría de las veces estos impulsos son emocionalmente motivados. Es lógico. Estás herido, cansado, desgastado, desilusionado y la lista es interminable.
Pero, esa es la razón por la cual tenemos que aprender a esperar en el Señor. El desgaste que producen las pruebas te hacen vulnerable y nublan tu capacidad de discernimiento. Es durante esos momentos que mas débil te encuentras que puedes tomar decisiones que compliquen mas la situación que estas manejando.
Esperar en el Señor no significa que no haces absolutamente nada, sino que estas descansando en el Señor para dar pasos que sean guiados por el Espíritu. Una mala decisión en tiempos de alta intensidad emocional puede causar que no veas la puerta que el Señor esta abriendo delante de ti. Desafortunadamente lo único que produce la prisa es algo que todos debemos evitar – el lamento.
Cuando esperas en el Señor el te guiara, y te mostrara sus planes. Esperar en el Señor asegura que no te adelantas ni tampoco te atrasas en lo que el Padre ha estado preparando para ti.
Salmo 27:14
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová.
3. Presta atención a lo que el Señor te está diciendo, si no oyes nada el te puede estar enseñando a confiar en lo que Él ya te ha dicho o te ha mostrado.
En tiempos de crisis la Palabra nos exhorta a “estar quietos”. Una de las cosas más importantes cuando nos encontramos en “un callejón sin salida” en la vida es oír al Señor. Pero, será mucho más difícil si nunca desarrollaste la capacidad de oír a Dios antes de enfrentar lo que estás atravesando en la vida.
A través de los años he visto como el Señor nos comienza a preparar y nos avisa sobre aguas turbulentas que están por delante, si estamos dispuestos a escuchar cuando los cielos están claros y el sol está alumbrando.
Dios no tiene problemas en repetirte lo que te ha dicho, pero en ocasiones su silencio es un mensaje para ti de que no has estado escuchando.
Si algo debes hacer en tiempos difíciles es bajar las revoluciones, estar quieto(a) y oír a Dios.
1 Reyes 19:11-12
El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
4. Busca El Sabio Consejo No Las Buenas Opiniones
Cualquiera puede darte una opinión pero no todo el mundo puede darte un buen consejo. Las opiniones son las conclusiones de las personas basado en las experiencias de su propia vida, los consejos son el fruto de la sabiduría de Dios.
Cualquiera puede darte una opinión pero no todo el mundo puede darte un buen consejo.Haz click para twittearLas opiniones son como las narices, todo el mundo tiene una diferente. En tiempos difíciles tú necesitas el consejo del experto de la vida, tu Padre celestial.
Él te engendró por Su propia voluntad, y te conoce mejor de lo que tú mismo(a) te conoces. Si alguna sabiduría debes buscar primero asegúrate que es la sabiduría del Señor.
La Biblia y personas sabias en la vida del Espíritu, son dos fuentes primarias para encontrar sabiduría práctica. Lee la Palabra y aplica lo que aprendes. Si no te congregas busca una congregación donde Cristo sea la cabeza, la gracia sea predicada, el Nuevo Pacto es el fundamento de edificación y los valores del Reino gobiernan los asuntos de la vida.
Busca el consejo sabio de hombres y mujeres maduros, que han caminado con Cristo, y su vida está marcada por la cruz. La transparencia, mansedumbre, humildad y ternura son evidencias que han sido quebrantados y viven libre de pretensiones y acusaciones. Después que hayas estado con ellos o ellas es como si hubieras estado con el Señor. Serás edificado, afirmado, corregido, dirigido y amado y todo esto sin la necesidad de condenación y juicio.
Salmo 119:105
Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.
5. Camina Por Fe Y No Por Vista
El Señor no permite que pases por el valle de “sombra de muerte” para que te quedes toda la vida allí. Puede que se sienta así, pero ese no es el caso.
En algún punto, luego de aplicar algunos de los principios anteriores el Señor mismo causará en ti que te muevas en fe. El es el que produce en nosotros el querer como el hacer para su buena voluntad.
Eso no significa que tendrás totalmente claro lo que estará en tu futuro, pero esa es la razón por lo cual la fe es requerida. El Señor te mostrará suficiente para que salgas y retendrá lo suficiente para que camines por fe. Al final de todo, Dios será glorificado.
Finalmente, Dios ira contigo, pero no ira por ti. En algún momento tendrás que levantarte y seguir caminando hacia el cumplimiento del plan de Dios para tu vida. El primer paso es el más difícil, pero cuando comienzas el Señor te dirigirá hacia lo que había preparado para ti.
Hebreos 11:1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
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