Disfrutar la salvación en Cristo requiere reinterpretar la historia a la luz de lo que en Cristo el Padre ha revelado. Toda la escritura es inspirada, desde Génesis a Apocalipsis, pero la cruz y la resurrección le dieron final a todo el Antiguo Pacto y ahora en Cristo tenemos lo que los patriarcas solo creyeron y anhelaron.
Para entender el Antiguo Pacto necesitas mirarlo a través del Nuevo Pacto, de lo contrario terminarás con una mezcla de ley y gracia que te impedirá disfrutar la salvación en Cristo. La ley es la Palabra de Dios, pero aquel Antiguo Pacto ya está obsoleto y no tiene ninguna gloria en comparación con el Nuevo Pacto.
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2 Corintios 3:10
Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.
Hebreos 8:13
Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
Esto es aún más interesante cuando entendemos que nosotros somos gentiles (no judíos) por lo tanto la ley nunca te fue dada como una condición de pacto. (Efesios 2:11-16).
La ley dada al pueblo judío como el fundamento legal del Antiguo Pacto fue dada por Dios (y es santa, justa y perfecta) tenía el propósito de señalar y acusar al que violara el más mínimo detalle y revelar la hipocresía en el hombre. Ese era y es la función de la ley, callar a todos delante de Dios y revelar que son prisioneros del pecado.
La Palabra revela que vivir bajo la ley es vivir bajo una maldición.
Romanos 2:21-24
Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?
Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
Romanos 3:19
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios…
Gálatas 3:10
Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Gálatas 3:19-24
Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
Más la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
Aun así muchos predicadores y creyentes tienen sus leyes favoritas. Para unos es el diezmo, para otros la comida, para algunos las fiestas de Israel, en algunos casos el sábado, y para la mayoría los diez mandamientos. Esto parece inocente para la realidad es que no te permite disfrutar la salvación en Cristo.
Que pensarías si te dijera que aun cuando vives por los diez mandamientos están invitando la condenación a tu vida. Mira lo que dice la escritura en este particular:
2 Corintios 3:7-9
Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.
Pregúntate ¿a qué parte de la ley se está refiriendo Pablo? Es obvio que la respuesta es los 10 mandamientos, fue lo único de la ley que se escribió en tablas de piedra. Según la Palabra los 10 mandamientos son en sí mismo un ministerio de muerte y condenación.
Como si esto fuera poco Romanos 7:8 establece que el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. De qué ley está hablando aquí – es obvio que está refiriéndose a los 10 mandamientos porque habla del pecado dela codicia, que es parte de los diez.
Cada vez que quieres justificarte por los diez mandamientos o una combinación de varios estas invitando a que el pecado tome ocasión en ti. Solo sin la ley el pecado está muerto.
El propósito de la ley es genial y hace un trabajo perfecto – cada vez que alguien vive por leyes y reglas impuestas y tratan lo mejor que puedan para vivir por ellas terminan violando lo que ellos mismos usan para justificarse. ¡Qué forma terrible de vivir!
Romanos 5:20
Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
Romanos 7:5
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Romanos 7:8
Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
Gálatas 2:20-21
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
No te engañes, si vas a vivir por la ley no tienes el derecho a escoger la más que te gusta o conviene, es toda la ley o nada. No son nueve de los diez mandamientos o trecientos de los seiscientos trece (613) que era toda la ley en sí. Vivir por solo algunos de ellos, revela la falta de respecto a la perfección que la ley exige.
Solamente aquellos que viven por la GRACIA verdaderamente respetan el perfecto e imposible estandarte que la ley exige. Los demás se están engañando a asimismo.
Gálatas 3:10
Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Cristo trajo un final dramático a la ley y querer regresar a ella es un insulto al Hijo de Dios.
Romanos 7:4
Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Romanos 10:4
Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Gálatas 5:2-4
He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.
Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.
De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Ahora bien, la ley no ha muerto o ha pasado. LA PALABRA LA DESCRIBE COMO SANTA Y PERFECTA (Romanos 7:12) y es útil para señalarle a la humanidad su precaria condición. Por lo tanto la ley no está muerta – lo que sucedió es que nosotros morimos a la ley.
Lo que sucedió fue que cuando fuiste bautizado en Cristo al reconocerlo a Él como tu salvador, completamente moriste a la ley y resucitaste en Cristo, eres dirigido por el Espíritu Santo sin necesidad de la ley en tu vida.
Romanos 6:14
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Gálatas 3:23
Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Gálatas 3:25
Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
Gálatas 5:18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
1 Timoteo 1:7-9
Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
La realidad es que es difícil de entender porque este tema es tan debatido. Quizás es tan simple que esa es la razón. Queremos hacer todo tan sofisticado y ser expertos en la religiosidad para quedarnos solo con lo que nos gusta.
Hoy la mezcla de ley y gracia que viven muchos creyentes los lleva a un estado de “insatisfacción espiritual” En su búsqueda escogen lo que les gusta, lo que otros les dice, y aun peor muchos viven bajo un pacto que ya caduco.
La palabra es clara:
- Hemos muerto a la ley (Romanos 7:4)
- No estamos bajo la ley (Romanos 6:14; Gálatas 5:18)
- Cristo es el fin de la ley para nosotros (Romanos 10:4)
Más claro no canta un gallo.
Amado hermano y hermana a Dios se le sirve de una manera totalmente distinta – EN LIBERTAD.
Nunca disfrutaras la salvación en Cristo viviendo por la ley (cualquiera que sea el sabor que escojas) porque los hijos de Dios son guiados por su Espíritu. Esto no es una vida mística, reservada por unos pocos súper espirituales. No es para ti, hoy y ahora.
Es simple ser motivado e inspirado por la fe en una Persona que vive en ti en vez de tener 613 mandamientos en tu cabeza tratando de no violarlos.
Romanos 7:6
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Gálatas 5:13
Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
Gálatas 5:18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
