El objetivo principal de todo el que preside en el cuerpo de Cristo debe ser contribuir con la edificación y el desarrollo de una iglesia saludable. Aunque esto es responsabilidad de todos los que pertenecen a una congregación en particular, es especialmente cierto para aquellos que han sido constituidos por el Señor para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio y la edificación del cuerpo de Cristo.
Hechos 20:28
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
La edificación se da dentro de contextos de congregaciones numerosas y pequeñas, en las cuales el tamaño no es el objetivo principal sino la madurez espiritual de los creyentes. Por lo tanto, la cantidad de personas que se congregan no es una evidencia de edificación y salud del cuerpo o la ausencia de ella. Como dijimos en el artículo anterior, grande no significa que está bien o que pequeño es una evidencia de que algo está mal. Para leer el articulo anterior oprime aquí.
La mayoría de las congregaciones pequeñas no tienen un problema de tamaño, sino de salud. El hecho de que haya pocas personas, no debe ser una excusa para hacer el ministerio con nada menos que la pasión que honra a Cristo, que sirve a las personas, que transforma el mundo.
Percepciones Equivocas De Congregaciones Pequeñas
El tamaño de una congregación no significa que la razón es porque la gente no se compromete, no tienen visión, son vagos, teológicamente defectuosa o tienen un liderazgo mediocre. Esto no significa que no haya congregaciones pequeñas que son así, pero, así también hay iglesias donde se congrega mucha gente.
A pesar de todo esto, la mayoría de los creyentes en el mundo se congregan y sirven en iglesias pequeñas. Sin embargo, son las mas atacadas, ignoradas y mal entendidas. Si pastoreas, te congregas o sirves en una pequeña congregación este articulo traerá mucha luz a tu entendimiento.
Algunas de las razones que he escuchado a través de los años para explicar porque una congregación es pequeña son estas:
- Actitudes egoístas
- No obedecen la Palabra
- Son una guardería de cristianos en vez de salvar a los perdidos
- Tienen mas celo por el edificio que la gente
- Son muy emocionalitas
- Están muy cómodos
- No oran lo suficiente
- No tienen visión
- Etc., etc., etc.
La realidad es que una congregación con esos síntomas, si crece, hace mas daño que bien.
1 Corintios 11:17
Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.
Por el otro lado, no conozco a un Pastor que me haya dicho, Tommy al fin logre cumplir con lo que el Señor me dijo, “finalmente tengo una iglesia carnal, irresponsable, avara, sin compromiso, le fascinan los pleitos y guardan bien el espíritu de división entre ellos”. No, por supuesto que no. Todo pastor, líder y hermano(a) en una congregación desea ver su iglesia crecer saludablemente y ser de bendición en su comunidad.
Pero, la realidad es que muchas congregaciones no crecen, no por alguna razón de las antes mencionadas, sino porque muchas carecen de un entrenamiento practico, asuntos estratégicos, trabajo en equipo y un entendimiento claro de la verdadera función de la iglesia en el mundo.
Para muchos pastores la respuesta no es dejar el pastorado, auto acusarse de que hay algo mal con ellos, o desgastarse buscando respuesta de fuentes no confiables. No hay lideres perfectos, pero la mayoría de los que yo conozco tienen motivaciones correctas, aman al Señor y le quieren servir con excelencia a Su Iglesia. Lo que muchas veces necesitan es un poco de entrenamiento y motivación.
Otro mal entendimiento sobre las congregaciones pequeñas es que son mejores que las iglesias grandes. Los que creen esto, ya sea por preferencia personal o malas experiencias en el pasado, o simplemente por ignorancia, asumen que una congregación pequeña esta mas cerca del ideal del Nuevo Testamento.
Algunos dichos que se usan para sostener esto:
- Somos pocos, pero buenos
- Esas iglesias grandes son unos liberales
- Nosotros somos del remanente fiel
- No somos muchos, pero aquí se enseña la Biblia
- El Señor sabe que si crecemos nos dañamos
Lo que refleja este tipo de declaraciones no es un asunto de tamaño, sino de orgullo.
No hay nada de “santo” sobre una iglesia que se quede pequeña. La mentalidad de ellos contra nosotros fomenta división en el cuerpo y no es testimonio para nadie.
Hay iglesias grandes que están haciendo un excelente trabajo, y hay iglesias pequeñas que deberían dejar de existir. Hay iglesias pequeñas que están haciendo un extraordinario trabajo y hay iglesias grandes que son un obstáculo en el ministerio. Los argumentos no tienen que ver con tamaños, sino con preferencias personales.
A unos les gusta las oportunidades, excelencia técnica y alcance que tienen las iglesias grandes, mientras que a otros le gusta la intimidad, relaciones y el acceso que tienen al pastor. Ambos tipos de congregaciones tienen cosas que no les gustan a todos. El tamaño no es el tema sino lo que prefiere la persona.
A unos les gusta las iglesias grandes porque se pierden en la multitud y no son responsables a nadie, a otros les gusta la intimidad porque tienen mas control y se enteran de los chismes de los “miembros” mas fácil. Ambas son razones carnales para ser parte de una congregación.
Si en la congregación en la cual asistes se está equipando a los santos, sirviendo a la comunidad, y glorificando a Dios, el tamaño es irrelevante. No tiene que ver con grande o pequeña sino con grande y pequeña. El cuerpo de Cristo es mucho mejor con todos nosotros que sin alguno de nosotros.
El ultimo mal entendimiento que quiero considerar en este articulo es que las iglesias pequeñas no pueden hacer las cosas con excelencia porque no tienen mucha gente.
Para nadie es noticia que la manera en como se concibe “el ministerio” desgasta a cualquiera. Los malos entendidos, tradiciones y paradigmas que hemos adoptado sobre lo que es el “pastorado” o “ministerio en una congregación», eventualmente frustra al mas fuerte entre nosotros.
No es difícil encontrar a pastores y lideres excesivamente agotados (burnout) y a congregaciones desgastadas. Sin embargo, ser «pequeños» no puede o debe ser una excusa para crear una cultura de excelencia extrema.
Excusas comunes que alimentan la mediocridad:
- Queremos ayudar más, pero no tenemos suficiente dinero.
- Si tuviéramos los músicos que tienen las iglesias grandes tuviéramos más personas.
- Prefiero hacerlo yo, que delegarle a alguien que lo va a hacer mal de todos modos.
- A la gente lo que le gusta es la comodidad, por eso no vienen a nuestra congregación.
- Esta generación no tiene compromiso.
Por supuesto, que los recursos limitados de una congregación pequeña no permiten que se hagan todas las cosas que se quieren hacer. Pero ninguna iglesia tiene recursos ilimitados. La diferencia no está en los recursos sino en la innovación. Las iglesias creativas e innovadoras no dan excusas, sino que encuentran alternativas, a pesar de su tamaño.
Ante la presencia de limitaciones, solo hay una respuesta – ¡tenemos que superar esto!, y si no se cómo, entonces debo buscar la manera de aprender.
Elimina las excusas y desarrolla nuevas destrezas que te ayudaran a desarrollar un ministerio fructífero sin importar el tamaño. Ser pastor o líder en una pequeña congregación no es una excusa para un ministerio mediocre.
Aunque es cierto que quizás no tienes la ultima tecnología, o un edificio funcional y permanente, no puedes permitir que las limitaciones impidan que hagas todo lo que el Señor te llamo a ser y a hacer.
Declaraciones de fe que reemplazan las excusas:
- Aunque no tenemos un equipo de músicos profesionales y reconocidos no significa que nos conformamos con una adoración pasiva y mediocre.
- La falta de tiempo para preparar un mensaje no significa que puedo predicar una teología defectuosa o jugar con las emociones de la gente para provocar una respuesta.
- Carencia de recursos económicos no nos detendrá de ser generosos.
- Aunque no tenemos gráficas, anuncios, y diseños profesionales, eso no nos impedirá invitar a nuestros amigos, vecinos y familiares a la congregación.
¡No mas excusas!
No hay nada en el Nuevo Testamento que se le dice a la iglesia que dos o tres personas que amen al Señor no pueden hacer. Tu no necesitas pastorear, liderar o congregarte en una congregación grande para hacer bien lo que nos enseño el Señor. No es un asunto de tamaño, sino si somos la iglesia que Cristo edifica.
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Si estas pastoreando una congregación, o presides una red, o estarás estableciendo una congregación en el futuro te recomiendo el entrenamiento que he titulado Transformacion Congregacional. Comienza en Mayo 6 por 9 semanas consecutivas.
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