Seamos honestos; las cosas en la vida no siempre suceden como planeábamos o como creemos.
Para convertirnos en ganadores en un mundo de tanta incertidumbre se requiere que tengamos un balance entre dos ideas que se contradicen. La primera es “si va a suceder, depende de mí”. La otra es lo opuesto: “lo que será”.
Estas dos declaraciones suenan bien en sí mismas – pero cuando las ponemos una al lado de la otra se contradicen; y aun llevando estas declaraciones al extremo producen resultados negativos.
Por ejemplo, miremos la primera declaración: “si va a suceder depende de mí”. Llevar esa filosofía de vida a los extremos conduce a la persona a la arrogancia y la percepción que no necesita a nadie más. ¿Y la segunda declaración? Llevándola al extremo “será lo que será” llevara a la persona a una mentalidad de víctima, sin ningún sentido de control.
La verdad está en el medio de estas dos declaraciones. Los ganadores encuentran un balance en la vida, y el punto de estos dos balances es la responsabilidad. Responsabilidad significa hacer lo mejor y confiar que salga bien. Usted siempre puede vivir en un estado de “será lo que será” y nunca tomar acción positiva. Tambien, puede vivir en el estado de “si va a suceder, dependerá de mi” y pensaras de ti mismo más de lo que eres y entraras en un estado de arrogancia y juzgador.
Estos extremos – – la pérdida de control y una actitud de arrogancia – conducen a los que se quejan en un camino peligroso que solo los conduce al: temor. Ese sentido de temor se manifiesta en preocupación, y la preocupación es la enemiga de la victoria. Los ganadores no se preocupan, los que se quejan sí.
Mientras que el temor es creer que lo peor puede pasar, los ganadores tienen fe que los resultados serán buenos, y esa fe se manifestara en confianza – la creencia de que todo obrara para bien. Aunque habrá gente que no siempre tendrá las mejores intenciones, la mayoría si la tiene. Los ganadores buscan por esos que la tienen – y no se preocupan de lo demás.
Los que se quejan juegan el juego de la victima porque permiten que sus temores se conviertan en preocupaciones, sus preocupaciones en sospechas, y sus sospechas en división. Nunca serás un ganador sin los demás. La vida es un juego de equipo. Las quejas te llevan a separarte, pero la victoria solo viene a través de la unidad.
La decisión de vivir por fe o por temor es solo eso; una decisión. En realidad tus circunstancias existen por tus decisiones y esas decisiones fueron hechas en el contexto de la fe o el temor. Acepta la responsabilidad de hacer decisiones en fe y conviértete en un ganador. Haz decisiones en temor y te convertirás en una persona que siempre se está quejando.
Los ganadores saben que siempre tendremos decisiones que tomar, y toman responsabilidad por ellas. Los que se quejan sin embargo, creen que sus decisiones están controladas por otras personas. Convertirte en un ganador es imposible hasta que asumas la responsabilidad de tus decisiones. Los ganadores entienden ese poder y lo usan sabiamente.
Concluyo citando las palabras de Josiah Charles Stamp, presidente del banco de Inglaterra 1920.
“Es fácil ignorar nuestras responsabilidades, lo que no es fácil es ignorar las consecuencias de nuestras decisiones” Josiah Charles Stamp, presidente del banco de Inglaterra 1920.
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